Así es la política

Psic. Juan José Alvarado
Psic. Juan José Alvarado

Nos quejamos porque tenemos la ilusión de que las cosas cambien, aunque en el fondo sabemos que así es la política.

Trascurrió un año de pandemia, 365 días con sus noches, con sus vicisitudes, con reclamos al gobierno, a la vida misma, pues de ponto nos encerramos, cambió la dinámica social, familiar, laboral, etc.

Me he dado a la tarea de analizar algunas cosas, entre otras la ayuda recibida en el antes, durante y después de muchos de los aquejados por la pandemia, algunos que han muerto y muchos que dejaron a sus familias en el desamparo.

Antes: ¿Quién recibió apoyo material o anímico, de parte de algún político?

Durante: ¿Quién recibió apoyo material o anímico, de parte de algún político?

Después: ¿Quién recibió apoyo material o anímico, de parte de algún político?

La respuesta siempre ha sido negativa, pero apenas han iniciado las campañas y ya se acuerdan de nosotros, que sí existimos y que “los necesitamos” dicen, para que mejoren las cosas, en el barrio, la colonia o el país.

Hay familias en que el único sustento económico, falleció y no recibieron el apoyo de ningún político, vamos, esos que se enfermaron, poco o grave, nunca obtuvieron ni un “paracetamol”, de manos de partido político alguno, de manos de políticos que aún no iniciaban sus campañas (y vaya que es un medicamento barato y fácil de conseguir).

Repito, ya no somos invisibles. Están sus ojos puestos en la rentabilidad electoral que significamos, los ciudadanos de a píe, para poder obtener un puesto en la entramada de los cargos públicos.

En un año, ni siquiera se presentaron en las redes sociales, nunca fueron a tocar las puertas de las casas, con la sola intención de llevar poco de ayuda o consuelo a quienes les ha golpeado más intensamente está pandemia. Éramos invisibles, parecía que no existíamos en la jungla social y mucho, pero muchos sufrieron y sufren un calvario por los daños colaterales de la pandemia. Pérdida de empleo, dinero que alcanza menos para la comida, etc.

Así es la política. Ahora, cuando toquen nuestras puertas, que no toquen nuestros corazones y digamos, como dice uno de los sonetos perfectos: “para mañana decir lo mismo que hoy, vuelve mañana”

Así es la política, así son los políticos: por esto digámosles: Acuérdate de mí cuando te necesito, no cuando me necesitas.