Esta ocasión, quiero compartirles el regocijo que me embarga al poder escribir este artículo que hoy dedico con toda la humildad a uno de los más grandes y prolíficos juristas de los últimos tiempos, orgullosamente oriundo de León y un ilustre Abogado, Juez, Magistrado y Académico en Guanajuato y a quien desde estos momentos auguro que su legado empieza a permear en el presente y en la posteridad, sin duda alguna, y que con el respeto que me merece ha alcanzado las máximas para ser una leyenda en el mundo jurídico de nuestro país. Su nombre no requiere presentación alguna porque la sola circunstancia de mencionarlo, es suficiente para que viaje en todas las esferas y confines del tiempo, de generación en generación que han tenido el honor y privilegio de escuchar sus cátedras, enseñanzas y postulados. Sin más preámbulo, me refiero al Maestro, Magistrado y Licenciado en Derecho Miguel Valadez Reyes.
El Poder Judicial de nuestro Estado, en un evento sin precedentes, presentó una obra literaria denominada apuntamientos jurídicos del Magistrado Miguel Valadez Reyes, como parte de la memoria jurídica, que tuvo lugar en el auditorio Miguel Hidalgo y Costilla en el edificio del Consejo del Poder Judicial.
Quiero patentizar que este tema parecería, de entrada, solo relevante para los abogados, pero créanme que no es así, esto tiene que ver con la justicia, por lo que les pido que sigan conmigo. A renglón seguido, citaré un fragmento de uno de sus discursos que se encuentran en esta obra de memorias y que envuelve a la sociedad guanajuatense en todos sus rincones y sectores:
“El Poder Judicial de Guanajuato” no puede permanecer estático ni ser mudo espectador de lo que acontece en su entorno, pues si obrara así, no atendería a cabalidad la altísima responsabilidad que le ha sido asignada. Su cara misión, traducida en otorgar a quienes a él acuden o comparecen, lo que en derecho y justicia les corresponde, para así coadyuvar a una mejor estructuración de la sociedad de la que se nutre y a la que sirve, le determina a también evolucionar, para ponerse no solo al ritmo del tiempo que corre, sino a las exigencias del grupo para el que actúa y que es destinatario de sus servicios” pág 54
En este sencillo, pero solemne acto el Magistrado Héctor Tinajero dio una semblanza de sus aportaciones para el Código Penal, la tentativa y otros trabajos. Me llamó poderosamente la atención, cuando le tocó el turno y en uso de la palabra, la Lic. Magistrada Claudia Barrera Rangel, Presidenta del P. J. E. G. y del Consejo del Poder Judicial, se refirió a la trayectoria impecable del homenajeado y la importancia de que a través de la publicación puedan plasmarse parte de los discursos que ha disertado el Magistrado Valadez Reyes en diferentes foros y hablar de su formación, desde que fue un actuario hasta ocupar la distinción de ser Presidente del Poder Judicial del Estado.
Ahora bien, me parece oportuno también recordar que el Maestro en una de sus intervenciones públicas expresó en el año 2010- 2016: “Un abogado es un aliado de la paz y la dignidad, siempre defendiendo los valores de la libertad y de justicia”. Por lo que ha sido un referente y un ejemplo a seguir de los alumnos a los cuales les ha brindado conocimiento y liderazgo. Antes de continuar, en esta reseña de dicho evento, cuando se dirigía a los Magistrados de las salas civiles, penales, coordinadores, su familia, invitados especiales, representantes de otros Estados de Poderes Judiciales y público en general, hizo hincapié en que el conocimiento es cíclico que puede enseñarse y con el paso del tiempo aprender, porque finalmente el Derecho es dinámico, pero cuando en un momento de su alegoría se dirigió a los jueces que tienen la responsabilidad suprema de no solo emitir sentencias sino de hacer justicia; de igual forma en esta obra en comento viene un artículo, titulado “El Juez, humano y juzgador”. En lo particular, me ha seducido su palabra cuando invoca a Cicerón De Legibus III, 1 y 2. “El Magistrado es la ley que habla; la ley es un Magistrado mudo”.
Las nuevas generaciones se alzan con la posibilidad de ir cultivando las transformaciones en el Derecho, pero en este devenir constante, sin duda alguna, debe de existir la armonía en donde tengamos como premisa mayor que la carrera de Licenciado en Derecho no es un lujo sino una necesidad, antes de terminar esta locución, déjenme compartirles lo siguiente. En los últimos diez años he escuchado en los medios de comunicación y he leído en revistas que los abogados no son precisamente las personas más honestas e inclusive, existen chistes y mofas al respecto, pero después de escuchar al Maestro Valadez Reyes, catedrático universitario de nuestra alma matter, la Universidad de Guanajuato, disipo cualquier duda, veo y siento que la carrera de Licenciado en Derecho es la profesión en la cual se gestan los hombres libres, que tienen como valores primarios, la honestidad, la sana crítica, la búsqueda de la felicidad y la verdad para conservar la libertad.
Por último no quiero dejar de lado mi gratitud hacia el Maestro Valadez, al haber tenido el honor de escuchar grandes horas sus cátedras en las aulas universitarias y del Posgrado, cuyo lema es “La verdad os hará Libres” , en donde nos transmitió su sapiencia y humildad, a un servidor y a miles de estudiantes.