Aprueban para Guanajuato matrimonio igualitario

El Congreso de Guanajuato, por mayoría, votó a favor del matrimonio igualitario. Foto: Archivo Platino

Guanajuato, Gto., 4 de diciembre de 2024.- Con 25 votos a favor y nueve en contra, el Congreso de Guanajuato aprobó reformas al Código Civil para el Estado y legaliza el matrimonio igualitario.

En el Grupo Parlamentario del PAN se dio una votación dividida: Erandi Bermúdez, Juan Carlos Romero Hicks, Jared González Márquez, María Isabel Ortiz Mantilla, Noemí Márquez Márquez, Rocío Cervantes Barba, Rolando Alcántar, Susana Bermúdez y Yesenia Rojas, votaron contra el dictámen.

Las diputadas Angélica Casillas (PAN) y Ruth Tiscareño (PRI) no votaron por ausencia.

Con estas modificaciones se precisa que el matrimonio es la unión libre de dos personas, que tiene como objeto realizar una comunidad de vida, en la que los cónyuges se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua. Además, se ajusta en el cuerpo normativo lo relativo al marido y la mujer por personas cónyuges.

Al hacer uso de la voz, la diputada María Eugenia García Oliveros manifestó que el dictamen conlleva homologar la normativa local con la interpretación de la Suprema Corte de Justicia y con los criterios de convencionalidad internacional, al ampliar las oportunidades de felicidad para seres humanos con la sustitución del término hombre y mujer por personas.

Agregó que durante años un sector de la sociedad ha vivido bajo la sombra de la humillación, derechos ignorados, dignidad ofendida, identidad negada y con libertad reprimida, al invalidarse su forma de amar y la manera en la que formaban una familia, además de que los derechos conquistados son un reconocimiento a la valentía de colectivos y personas de la diversidad sexual y de género.

Finalmente, la legisladora externó la necesidad de reflexionar para lograr un ahorro de sufrimiento para sus miembros, junto a que los cambios no debilitan la institución del matrimonio, sino que se fortalece para permitir que más personas aspiren a ello y que se ordenen sus vidas bajo las normas de respeto, igualdad y ayuda mutua.

Al hablar en contra del dictamen, la congresista Susana Bermúdez Cano indicó que estaba convencida de que las propuestas que hoy se plantean no fortalecen el marco jurídico y tampoco atienden realmente a las necesidades de las y los guanajuatenses.

En ese sentido, explicó que el Código Civil estatal no contiene disposiciones discriminatorias, que se ha señalado que la definición actual de matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer es discriminatoria, pero que no estaba de acuerdo, ya que la norma civil en el estado no excluía, sancionaba ni limitaba derechos civiles por motivos de orientación sexual.

Remarcó que presentar la reforma como si el Código Civil fuera un instrumento de discriminación no solo era impreciso sino también injusto con la historia legal del estado con su evolución y con el trabajo serio que el Congreso ha construido a lo largo de los años.

“Hoy me mantengo firme en mi voto en contra, porque estoy convencida de que el Código Civil de Guanajuato no es discriminatorio, ya garantiza trato igualitario, sin necesidad de alterar instituciones que cumplen funciones esenciales en nuestro contexto social”, finalizó.

En su intervención, el diputado Jorge Arturo Espadas Galván expresó que todas las personas y seres humanos desde la concepción hasta la muerte natural son iguales en dignidad y que se les deben reconocer todos sus derechos sin excepciones, por lo que cada voto que se realice en el tema debe ser respetado.

Añadió que es trascendental no partir de la descalificación de que quien piensa diferente está equivocado, por lo que el voto del partido parlamentario que representa será diferenciado y tomado a conciencia y con responsabilidad.

Por su parte, la legisladora Karol Jared González Márquez señaló que se estudió desde diferentes ámbitos la propuesta, tanto en lo legal, lo ético como lo psicológico, y ello los llevó a ciertas conclusiones.

Remarcó que se consideraba el sentido preciso de las palabras porque las palabras importan, dijo. Agregó que, en cuanto a la etimología, la palabra matrimonio viene del latín matrimonium, que deriva de mater (madre) y así es que el contexto lingüístico viene detrás siempre de las palabras.

Agregó que el término matrimonio para ellos era en el plano de cómo se utilizan y se redefinen esos términos, y que con ello no estaban eliminando derechos ni eliminando reconocimientos. González Márquez apuntó que se analizó la posibilidad de utilizar una figura jurídica distinta al matrimonio para regular la unión entre personas del mismo sexo; sin embargo, derivado de los criterios de la Suprema Corte resultó inviable esa posibilidad.

Subrayó que no estaban en contra de los derechos de ninguna persona, que respetan y seguirán respetando la dignidad de cada una, que la discusión era simplemente sobre el uso y el significado de los términos.

Finalmente, externó que sus decisiones no se basan en prejuicios sino en un análisis cuidadoso de las formas y en un compromiso inquebrantable con la dignidad de todas las personas.

En su oportunidad, el congresista Sergio Alejandro Contreras Guerrero externó como una injusticia para la situación que enfrentan las personas de la diversidad sexual y de género al querer ejercer sus derechos con normalidad, en el que es absurdo pensar que la representación otorgada a las personas diputadas es para imponer creencias personales respecto a lo que es moral o correcto socialmente.

El legislador precisó que es la realidad la que tiene que verse reflejada en el marco legal que se conforma de diversas manifestaciones de amor, donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación clarificó que las relaciones en las que entablan las parejas del mismo sexo pueden adecuarse perfectamente a los fundamentos actuales de la institución matrimonial y a los de la familiar.

Concluyó diciendo que es injustificada y discriminatoria la exclusión de las personas de la diversidad sexual y de género del matrimonio por ofender su dignidad como personal y su integridad, en el que no se puede prevalecer la etimología de una palabra sobre los derechos de cualquier persona.

La legisladora Sandra Alicia Pedroza Orozco manifestó que, con este dictamen, Guanajuato está saldando una de las deudas que tiene en materia de derechos humanos.

Resaltó que venían a hacer política distinta, a romper inercias, prejuicios y a demostrar que en el Congreso sí es posible ponerse del lado correcto de la historia; que no venían a repetir los prejuicios del pasado sino a garantizar los derechos que el presente exige.

Asimismo, dijo que la aprobación del matrimonio igualitario en la ley no era un mero trámite, un acto simbólico y tampoco una concesión, sino el mensaje y prueba de que en Guanajuato amar a quienes queramos, sin importar su sexo, tiene que ser un derecho para todas las personas sin discriminación alguna.

Finalmente, indicó que la ley no puede ser un muro, tiene que ser una puerta abierta hacia la igualdad y que el dictamen era más que un voto, era un compromiso con la libertad, con la dignidad, con el presente y con el futuro.

Asimismo, el diputado Rodrigo González Zaragoza respaldó el dictamen al subrayar que el amor se debe traducir en protección, igualdad y progresividad de derechos; que la Constitución debe servir al ciudadano y no al revés.

El dictamen fue aprobado por mayoría de votos.