La 4T transita a su segundo sexenio de manera apabullante y con el firme propósito de convertirse en un movimiento predominante en la política mexicana.
Los resultados electorales les han dado para eso, pero además implementa otras medidas para ampliar su poder y prácticamente controlar la vida política del país.
Los procesos que se viven respecto a la repartición de escaños y la reforma al Poder Judicial de la Federación dan cuenta de esto y de las formas en que lo llevan a cabo. Revisemos el escenario de cada una de estas situaciones y comentemos el pronóstico que ya aparece de manera clara.
REPARTO DE ESCAÑOS
El tema de la repartición de escaños tiene que ver con un aspecto fino de los sistemas electorales en donde no sólo importa contar los votos sino cómo se cuentan. En este aspecto, los partidos políticos sacan a relucir su colmillo largo y retorcido para sacar el mayor provecho.
Nuestro sistema electoral es un sistema mixto que combina el de mayoría con el de representación proporcional. El primero suele generar desproporcionalidad entre el número de votos y el número de escaños.
Por esa razón, el sistema de representación proporcional trata de compensar esa desproporción, otorgando escaños en razón al porcentaje de votos.
Aun así, se genera cierta desproporción que la misma constitución trata de limitar. De ahí que ningún partido puede tener más de 300 diputados por los dos principios y ningún partido podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje total de la Cámara que exceda en 8 puntos a su porcentaje de votación nacional emitida.
El presidente sabedor de estas limitaciones, implementó la estrategia de ir en coalición con otros partidos para que la sobrerrepresentación no se aplique como tal a la coalición y de esta forma, alcanzar una mayoría calificada. Por esa razón, al terminar la elección salió la secretaria de gobernación a informar sobre la repartición de escaños, adelantándose a todo el proceso institucional.
La oposición cuestiona que se trata de un artilugio que provoca una sobrerrepresentación del oficialismo y una subrepresentación de la oposición, excusándose en que la constitución dice: “partido político” y no “coalición de partidos”.
El Consejo General del INE es el encargado de la repartición y el dictamen que discutirá el viernes se inclina por la interpretación de la 4T. De esta forma, la 4T tendrá una mayoría calificada en la cámara de diputados y estará a pocos escaños en la de senadores.
Así como torcieron el calendario electoral y la injerencia del presidente en el proceso electoral conseguirán una mayoría calificada que les permitirá realizar cambios a la Constitución, desaparecerán organismos autónomos y pasarán por encima de los partidos minoritarios sin contemplaciones.
REFORMA JUDICIAL
Uno de los cambios más inmediatos será la reforma al Poder Judicial de la Federación. El discurso oficial señala que es para mejorar la justicia en México, pero no será así, se trata de la remoción de jueces y magistrados.
Esta semana, comenzó un paro de labores por parte de Poder Judicial en respuesta a la iniciativa presentada en el Congreso en donde quedó de manifiesto que fueron escasas las propuestas recogidas en los foros de parlamento abierto.
Terminó por imponerse la propuesta de presidente en donde astutamente propone la elección de popular de jueces y magistrados. Un método en donde el Ejecutivo y el Legislativo propondrán una lista de aspirantes previamente seleccionados y que los ciudadanos habrán de confirmar en las urnas. El oficialismo no pierde políticamente por ningún lado.
El presidente no se ha inmutado por el paro del Poder Judicial; por el contrario, se ha radicalizado y señala que no le afecta a la ciudadanía. Más aún, legisladores de Morena han declarado que la reforma se agilizará.
MOVIMIENTO PREDOMINANTE
La 4T va dando pasos seguros para convertirse en un movimiento predominante con la mayoría en las cámaras, mayoría de gobiernos estatales y municipales, con un Poder Ejecutivo renovado por ellos mismos, sin organismos autónomos y con perfiles afines en el resto de las instituciones autónomas.
Una nueva era se inaugura en la política de nuestro país. En este momento, es complicado ser optimista por las formas con que se condujeron en los primeros seis años, pero todo es un proceso y habrá que considerar su desarrollo.
Por lo pronto, si estos dos acontecimientos se concretan en la forma en la que se vislumbran, la 4T no se detendrá ante nada.