2021 es un año de elecciones, en el elegimos la nueva conformación de la Cámara de Diputados Federal, y en el caso de Guanajuato, renovamos el Congreso Local y los Municipios, es un año complejo por que además del cierre de las administraciones locales y los procesos de conformación del legislativo en sus diferentes niveles, no podemos obviar como la pandemia nos sigue afectando en todos lo niveles.
En ocasiones anteriores hemos hablado de la necesidad de reformular las políticas de seguridad ciudadana, y los procesos que viviremos este año son la oportunidad de ello, de entrada, debemos ser muy críticos con las propuestas que en materia de seguridad hagan los diferentes candidatos, no podemos aceptar respuestas únicamente punitivas y reactivas, estas tienen años demostrando en el mundo y en nuestro país que no son la vía a seguir, sin embargo, como sociedad, y ante la desesperación que la inseguridad provoca, seguimos pidiendo “mas policías”, “mas penas para los delitos”, sin que ninguna de esas opciones hayan demostrado efectividad.
Por el contrario, debemos pedir mejores diagnósticos y nuevas respuestas, pues el fenómeno delictivo es sumamente dinámico, y las respuestas de la autoridad deben ser diferentes, innovadoras, pero no solo cambiar y anunciarlo, sino evaluarlo y corregirlo, hemos visto en todos los niveles de gobierno que anuncian políticas que nunca son evaluadas y menos corregidas, se mueren en la raya con lo que dijeron, sin cambiar un ápice.
A nuestros actuales Diputados y a los próximos, debemos solicitar que realicen estudios de impacto normativo, pues promueven nuevos delitos o penas que no tienen resultado, y no me refiero solamente a que existan sentencias sobre esos delitos, sino a que eviten que los mismos sucedan, de la misma manera, que sean mas dedicados en su tarea de fiscalización, no solo midiendo que el dinero se gaste correctamente, sino que el gasto tenga impacto, que cambien las condiciones de vida de los ciudadanos, y reiteró que no es solo un comentario local, sino incluso federal, hace falta mas revisión y corrección del quehacer publico, sobre todo en seguridad.
Los Municipios son todo un reto, como primer punto de contacto con la población y sus problemáticas, debemos revisar que prometen y que pueden alcanzar, de inicio deben contar con directores que cumplan con los estándares, no solo de aprobar controles de confianza o tener experiencia operativa, sino de conocimientos mínimos de administración y planeación, para cumplir con lo que las diferentes normas de seguridad establecen; hemos visto municipios sin diagnósticos integrales de seguridad, sin plan municipal de seguridad o programa de prevención, lo que ha dificultado que se accedan a los fondos que la Federación y el Estado han dispuesto de manera subsidiaria para su fortalecimiento; y esta necesidad se refuerza ante la desaparición del FORTASEG, que históricamente conformaba para muchos Municipios el único ingreso para invertir; sino que para 2021 podría solo contarse con el fondo que Gobierno del Estado de Guanajuato creo para estos fines, pero requerirá no solo pedir, sino cumplir con los mínimos indispensables de la materia.
Requerimos pues, capacidad, innovación, dedicación, pero sobre todo, cambiar la visión de lo que en materia de seguridad venimos haciendo, debemos volver a la prevención, no como la única respuesta tampoco, pero si como el equilibrado complemento que la capacidad de reacción de los cuerpos de seguridad deben tener, un elemento sin el otro, es solo la visión incompleta de un fenómeno complejo.
El año 2021 representara un gran reto, con recursos mas limitados, se debe ser mas creativo en las soluciones, no hay espacio para la curva de aprendizaje y menos para la inacción, los Municipios y los nuevos Legisladores deben acelerar el ritmo que permita que recobremos la seguridad deseada, y ello implica que salgan de la caja para buscar nuevas soluciones, las clásicas ya no nos alcanzan.