Los resultados de las elecciones del 4 de junio ya son por todos conocidos. Formalmente, todavía falta el cómputo de los votos; sin embargo, los resultados del PREP ya han sido aceptados por los partidos y candidatos.
También ya tenemos los análisis postelectorales de los protagonistas, medios y analistas. Hay lecturas de todo tipo y van de un extremo a otro, pero siempre con la perspectiva hacia el 2024.
Los análisis que se han hecho de los procesos electorales posteriores al 2018 han ido cobrando relevancia porque se trata de asegurar si la oposición es competitiva para el 2024 y/o Morena continuará siendo dominante.
En este espacio, se considera que la oposición, en estos momentos, no se encuentra en competencia porque no cuenta con los elementos suficientes para ganarle procesos importantes a Morena. Los argumentos al respecto son los siguientes:
DESDE MORENA
– Sigue ganando elecciones y algunas de ellas, muy relevantes. A pesar del desgaste en el gobierno Morena sigue siendo la primera fuerza política, ya gobierna 21 estados en el país y con ello, a 86 millones de mexicanos.
Es verdad que también la oposición ha tenido victorias; no obstante, algunas relevantes las ha ganado como Morena como acaba de ocurrir con el Estado de México.
– En los recientes procesos electorales ha quedado de manifiesto que el movimiento de la 4T cuando compiten unidos y cuidando sus candidatos marcan una ventaja que se mantiene a lo largo del proceso.
Eso fue evidente durante las elecciones en el Estado de México y Coahuila. Procesos, candidatos y campañas diametralmente opuestas trajeron resultados diferentes.
– A pesar de las indefiniciones para el proceso de 2024, las corcholatas están más avanzadas. El saberse con amplias posibilidades hace que los aspirantes desplieguen sus estrategias para hacerse de la candidatura. En ese contexto tenemos que leer la reciente renuncia de Marcelo Ebrard a la SRE. Por otra parte, las opciones para la presidencia están, más o menos, definidas y estamos hablando de tres o cuatro reales aspirantes.
– Morena aparece como favorito en las entidades donde habrá elecciones en el 2024. Aunque las encuestas han sido cuestionadas en estas elecciones, las preferencias muestran que el partido del presidente es la primera opción en Jalisco, Ciudad de México, Veracruz, Puebla, Morelos, Tabasco y Yucatán de acuerdo con la encuestadora Poligrama. En algunos casos pueden estar cerrados los porcentajes, pero Morena aparece entre las primeras opciones.
DESDE LA OPOSICIÓN
– Hay discrepancias en el análisis de los resultados electorales. Al interior de la Alianza Va por México algunos políticos consideran que se trató de un fracaso como Lilly Téllez, Xóchilt Gálvez o Juan Zepeda. Otros, se inclinan por considerar que hay competencia porque la suma total de los votos es cerrada, como lo sostuvo la senadora Kenia López.
Estas perspectivas tan diferentes hacen muy complicado que puedan partir de un diagnóstico en común.
– Se reparten culpas. Entre las primeras reacciones de los líderes de los partidos de la oposición fue el señalar culpables: Alejandro Moreno señaló al gobernador Alfredo del Mazo, por poner un ejemplo.
Cuando esto ocurre es porque se acepta indirectamente el fracaso, pero los responsables son otros.
– Se habla de competir por el Congreso. Uno de los análisis señala que a la oposición le quedaría pelear por el Congreso y evitar que Morena y sus aliados consigan la mayoría. Eso supone que dan por perdida la presidencia y prefieren enfocarse en el Congreso.
– Las dirigencias de los partidos son cuestionadas. Una constante en las recientes elecciones es que existen críticas a los presidentes de los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional. No es reciente y cada vez son más insistentes estos cuestionamientos por la falta de liderazgo, de un discurso propio y una estrategia definida.
– Hay muchos aspirantes y poca claridad en el proceso. El número de aspirantes a ser candidatos a la presidencia ronda entre los 20 y 22. Para el 26 de junio los partidos presentarán el candidato para elegir al candidato. No hay en estos momentos un grupo definido de políticos posicionados y eso los pone en desventaja.
DESDE MOVIMIENTO CIUDADANO
– El partido ha declarado que no va en alianza con Va por México porque va a fracasar. Ha sido una estrategia que ha sostenido desde las elecciones intermedias. Lo más llamativo es que los mismos partidos de oposición la critican por considerar que favorece a Morena.
Por su parte, Dante Delgado, líder de MC, afirma que con el PRI no van ni a la esquina porque tienen un contubernio con Morena y la verdadera oposición es Movimiento Ciudadano.
– Movimiento Ciudadano es una fuerza política ya con peso en las elecciones que se vuelve importante. Eso vuelve clave su estrategia. Al gobernar Nuevo León y Jalisco son la segunda fuerza política en el que están considerados 14 millones de personas.
DESDE LA CIUDADANÍA
– El voto por Morena se ha popularizado y se confirma con las recientes elecciones. Una de las conclusiones de la elección de 2018 es que el voto por Morena se había popularizado, es decir, se conectado con los sectores económicos más bajos para alcanzar un 51%, Moreno et al. (2019).
De acuerdo con Consulta Mitofsky en el 2017 las personas que perciben entre 1 y 3 salarios mínimos votaron por Morena un 28.2%; mientras que, en el 2023 fueron el 49.6%.
El mismo fenómeno se observa en Coahuila en donde perdieron, en el 2017 los ciudadanos con estos ingresos votaron un 10.1% y en el 2023 pasó a 27.6%.
– La participación es baja y favorece al partido mayoritario. Otro fenómeno que se ha observado, más en el Estado de México, es la baja participación en las elecciones con el 50.13% de la lista nominal.
Uno de los efectos de la baja participación es que favorece al partido mayoritario; de esta forma, conseguir entusiasmar a los electores representa más un reto para la oposición.
CONCLUSIÓN PARCIAL
Por estas razones se considera que en estos momentos la oposición no es competitiva frente a la 4T. Cerramos con un último argumento de la consultora electoral, Gisela Rubach: “Una campaña electoral es la administración del caos, pero sin metaestrategia, orden, disciplina y organización es derrota segura”. Y eso es lo que no se observa en la actualidad en la oposición.
Estas circunstancias no son definitivas y queda un año en donde vendrán los procesos internos, las propuestas de los candidatos, las campañas electorales y las campañas sucias. Todo ello, podría hacer cambiar esta situación, pero ya en un tiempo relativamente corto. Análisis poselectoral