En Tamaulipas, desde Tampico hasta Matamoros, se respira incertidumbre. Esa duda es común denominador desde Ciudad Mante hasta Reynosa, al igual que la dubitación en Ciudad Victoria. La incredulidad se apoderó de La Pesca, y la interrogante de Altamira.
¿Y cómo no iba a ser así, cuando llevan los tamaulipecos con el “Jesús en la Boca” desde 1993, cuando arribó al poder Manuel Cavazos Lerma?
Junto con sus predecesores Tomás Yarrington y Eugenio Hernández se han visto involucrados en diversos delitos. Desde encubrimiento hasta operaciones con recursos de procedencia ilícita; desde peculado hasta asociación delictuosa; desde delincuencia organizada hasta defraudación fiscal.
¡Qué Cavazos participaba en el tráfico de armas y droga en la entidad con camiones de ganado e incluso dentro de las reses; qué si lavaron millones de dólares y eran parte fundamental de cárteles Yarrington y Hernández. Qué protegían a los Zetas y apoyaban a los del Golfo!
¡Qué si permitían el tráfico de cocaína desde Veracruz, para internarla a los Estados Unido; qué si se apoderaron de los principales terrenos industriales del estado. Qué le fallaron a “La Maña” y se las cobró matando al candidato, doctor Rodolfo Torre, el 28 de junio de 2010!
Y por si fuera poco, el actual gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca está desaforado por el Congreso de la Unión. Se dio vista en su momento a la legislatura local, que era de mayoría panista, y por eso aún continúa con vida política y en funciones. ¿Pero qué sucederá en los próximos días con la nueva Cámara de Diputados tamaulipeca, que ya tiene mayoría opositora?
¿De nuevo irá a la Suprema Corte de Justicia de la Nación el caso Cabeza de Vaca? ¿Será detenido antes de acabar su mandato, o será justo después de la toma de posesión de su sucesor? ¿Pagará los 6 millones 511 mil pesos al fisco federal, y con eso reparará el daño, para continuar su carrera rumbo al 24? ¿La llegada de Pablo Gómez a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) será su estocada final?
Mientras los tamaulipecos lloran sus últimos años de tragedia, todas las encuestas indican que el PAN, PRI y PRD se despedirán de la convulsionada entidad. Los estudios demoscópicos nos aseguran que ganará el candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia.
Inclusive lo sabe el tibio líder de Acción Nacional, Marko Cortés, al asegurar en público que solo pueden ser competitivos en las elecciones de Aguascalientes. Es decir el presidente del PAN está derrotado a priori en Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. Además sabe que la alianza opositora tiene sus días contados. Quienes manejan el PRI pierden mucho más apareciendo en las boletas electorales con ellos. El PRD nada cuenta.
Después de la coincidencia de los últimos estudios, el fracaso en los resultados, la descoordinación entre los azules, el destrozo del partido, la falta de rumbo y el sometimiento del todavía titular del Ejecutivo local, la pregunta es ¿quién será el candidato de AMLO y próximo gobernador del noreste de la República Mexicana?
Después del boletín de prensa 299, que el mismo Presidente de Morena, Mario Delgado subió a las redes sociales este lunes 7 de diciembre, son siete los finalistas: José Ramón Gómez Leal, Adrián Oseguera, Héctor Garza, Rodolfo González Valderrama, Américo Villarreal, Olga Sosa y Maki Ortiz.
Maki Ortiz por su origen panista, por su cercanía con la derecha, será desechada. Será invitada a participar en el gabinete del próximo gobernador y en 2024 se aprovechará su experiencia en el aparato legislativo.
A Rodolfo González Valderrama y a Olga Sosa no les alcanza. Se le unirán a Villareal. Américo sucedería a Cabeza de Vaca.