Se prenden los focos rojos en Guanajuato, toda vez que hasta estos momentos existen evidencias que al hacerse públicas, confirman que la corrupción está calando hondo en Guanajuato.
El tema que sigue lacerando al Estado y que ha puesto a temblar a los ciudadanos, sin duda alguna son las filtraciones que se dieron de una supuesta conversación entre un político del sur de nuestro Estado con un personaje del crimen organizado, conversación que no daré cuenta toda vez que hasta estos momentos, a pesar de la filtración que de suyo es preocupante, no menos cierto es que conforme a los principios del Código Nacional, existe en México como un derecho fundamental el de la Presunción de Inocencia, por tanto se le concede el beneficio de la duda a este personaje.
Sin embargo, existen muchas implicaciones y coincidencias que por salud jurídica y pública debe de ser un tema obligado para que se realicen las investigaciones y pesquisas que el caso amerita en una carpeta de investigación por parte de la Fiscalía de la zona que tenga la competencia, o en su defecto una investigación a través del Sistema Anticorrupción de Guanajuato.
En este orden de ideas, puede quedar a salvo el derecho del político implicado, poniendo su nombre libre de toda duda, porque no pasa desapercibido que también de una manera indirecta se enrola a un partido político de Guanajuato, con este escándalo público.
Por ende, quiero traer a la memoria, qué entendemos por ética y según algunas definiciones, es la ciencia que estudia la bondad o maldad de los actos humanos y creo que la ética es el bastión con el cual, podemos erradicar a la corrupción y esto sería posible si fomentamos la integridad, antes del oportunismo. Y aquí me apoyo con el ideario del enciclopedista francés Jean-Jacques Rousseau, quien afirmaba “el hombre es bueno por naturaleza” y es la sociedad la que lo corrompe.
La sociedad requiere despejar incógnitas que se abrieron y no es aconsejable que se queden en la incertidumbre, en el tintero de que si es realidad o mentira porque de quedar así, estaríamos fomentando un círculo vicioso que terminaría acrecentando la impunidad, por ello lo dable es aclararlo para evitar especulaciones.
Dadas las condiciones que en estos momentos están permeando en Celaya, Cortazar y Villagrán, es conveniente que los coterráneos de esa zona les debe de quedar claro si este asunto tiene solamente tintes políticos para desprestigiar a este personaje o de resultar que las investigaciones sean positivas a lo que se consigna, sean los propios ciudadanos los que denuncien a aquellos funcionarios que no han cumplido con su deber, puesto que en estos momentos necesitamos fortalecer las instituciones jurídicas y todo lo que tenga que ver con el Estado de Derecho porque es evidente y notorio, el desgaste que han ido teniendo las instituciones de todo tipo, administrativas y policiales en esos lares y se hace indispensable recuperar la confianza, que queramos o no ha ido menguándose paulatinamente, más aún que en estos momentos no estamos en época electoral, luego entonces esperemos que salga a relucir la verdad, para como lo he dicho, no haya especulaciones o hipótesis falsas que desestabilicen a nuestra sociedad, la cual al final del día es quien paga los platos rotos.
Por último, es conveniente dilucidar esta encrucijada en virtud de que en esta zona ha habido muchos homicidios, como fue el caso concreto en Salamanca y en varios municipios circunvecinos a éste, que han generado un clima de inseguridad y zozobra por lo que deseamos que las autoridades competentes sean quienes tengan la última palabra, es lo menos que como sociedad exigimos.
