León Guanajuato a 4 de noviembre de 2020.- De confirmarse el par de noticias, muchas carreras políticas se verán frustradas y otros por temor, de plano se rajarán a participar en los próximos comicios. Si se confirman las notas periodísticas, irían los valientes espantados a la elección del primer domingo de junio, o de plano, tirarán la toalla a la mitad del camino.
Emilio Zebadúa está acorralado. Si bien recibió instrucciones para idear, crear y operar La Estafa Maestra, no se mandó sólo. Ni si quiera fue una orden de su jefa y amiga, Rosario Robles Berlanga, sino llegó de más arriba.
Viendo a su jefa tras las rejas, y con la Consulta Popular en curso, mejor fue a negociar con el Fiscal Gertz. Me acojo a la cláusula de oportunidad, le dijo, abro la boca, denunció delitos más graves de los que me acusan, pero no se metan conmigo ni con mi familia.
El alumno de la maestra Elba Ester Gordillo seguramente salvará el pellejo, y se llevará de corbata a varios subsecretarios, secretarios de despacho, alcaldes, rectores y ex gobernadores. Prenderá el ventilador como lo hizo Emilio Lozoya Austin en el caso Odebrecht.
También está acorralado Luis Videgaray Caso. Que si rechazó un juez una orden de detención contra el ex Secretario de Hacienda y Canciller, quedará en la anécdota. Lo importante es que la decisión política está tomada en Palacio Nacional: el hombre fuerte de Peña, el verdadero cerebro del sexenio pasado, el Maquiavelo moderno, irá a la cárcel.
De esa manera, después de la detención y la extradición ya habría tres ex secretarios del gabinete del mexiquense detenidos: la ex titular de la SEDESOL, el ex titular de la Sedena y el que manejaba la chequera.
Con esas dos notas de escándalo, la narrativa del Presidente otra vez estaría en el centro del debate: utilizaban el poder público para servirse, para ordeñar las arcas nacionales y todos los males son producto de la corrupción y la impunidad.
Entonces, ¿qué tanto afectará las elecciones intermedias, que corra la acusación de Lozoya, la que presente Zebadúa, y que tras las rejas vivan doña Rosario, el general presuntamente narco y el gran amigo de Peña?
Efectivamente afectaría mucho a las elecciones de 2021. Los candidatos tricolores difícilmente podrían ofrecer volver para gobernar mejorar, y con honestidad. ¿Con qué cara le dirán a su base electoral que ellos lo harían mejor que Morena?
Pero más allá de que centenas de tricolores acepten con pavor las candidaturas, otros irán al proceso para nadar de muertito, y otros para desnudarse frente a la gente.
Los más incómodos y preocupados son los que en unos meses perderán el poder. Se les acabará la prensa a modo, el dinero que todo compra, y el poder que intimida. Imagine nada más lo preocupado que está Quirino Ordaz Coppel, gobernador saliente de Sinaloa; Marco Antonio Mena Rodríguez, gobernador saliente de Tlaxcala o Alejandro Tello Cristerna, gobernador saliente de Zacatecas.
En ese mismo tenor están muchos alcaldes salientes tricolores a lo largo y ancho del país, que saben que ni postulando a supermanes podrían ganar las elecciones siguientes, para que les protejan las espaldas.
Más adelante vendrá la guerra con el PAN, que abordaremos en otra entrega.