Se dio a conocer, que se llevó a cabo una reunión en Palacio Nacional para revisar el proyecto con el que se busca abastecer de agua a Guanajuato. Dicha reunión es muy importante para los guanajuatenses en el mediano plazo pues se tiene un problema serio del vital líquido. De ahí la importancia de retomar los antecedentes, la situación actual y las expectativas de este proyecto.
En la junta participaron el presidente, López Obrador; el gobernador del estado, Rodríguez Vallejo; la presidenta de León, Alejandra Gutiérrez; de Irapuato, Lorena Alfaro y los presidentes de Celaya, Javier Mendoza; de Salamanca, César Prieto y Silao, Carlos García.
Este hecho tiene dos novedades: la primera, se trató de una visita al presidente con quien se ha tenido una historia de encuentros y desencuentros como parte de la relación del gobierno federal con los gobiernos locales. La segunda, se refiere a que se integraron presidentes municipales de extracción panista y de morena. No trascendió el resultado de la reunión, pero se sabe que se trató de un primer planteamiento.
LOS ANTECEDENTES
La información que se tiene sobre el abastecimiento del agua en la entidad es la siguiente:
- Existen 20 acuíferos dentro del territorio de Guanajuato y 19 de ellos ya presentan una situación de sobrexplotación.
Los acuíferos con mayores signos de explotación se ubican en el corredor industrial y son: Valle de León, Silao-Romita, Irapuato-Valle y Valle de Celaya (Caldera Ortega y Tagle Zamora, 2020).
- En el caso de nuestro estado un 80% del agua superficial y subterránea se emplea para el sector agrícola.
- También existe un serio problema de contaminación de los ríos, como es el caso del Río Turbio, Río Temascatío y el Río Lerma. Hay otros 6 con problemas de contaminación. La mayor parte de ellos, se ubican en el centro y sur del estado.
- El cambio climático, como nos hemos venido dando cuenta, influye seriamente en la perspectiva a futuro de los ríos, acuíferos y presas en la entidad.
- Respecto a las autoridades responsables de la situación un señalamiento importante por parte de académicos especializados en el tema es el siguiente: “El marco institucional y las diversas dependencias de gobierno de Guanajuato en materia hídrica se encuentra fragmentadas, desarticuladas y disociadas del tema ambiental” (Calera Ortega y Tagle Zamora, 2020).
SITUACIÓN ACTUAL
Actualmente existe en Guanajuato un Programa Estatal que implementa estrategias como: respetar los volúmenes de extracción, elevar la eficiencia del riego, reuso de aguas residuales tratadas, conversión de patrón de cultivos, incremento de oferta de agua mediante la construcción de estructuras adecuadas, infraestructura para aguas residuales, eficiencia de conducción y distribución, entre las principales.
Sin embargo, desde hace años se venía planteando un proyecto importante para abastecer de agua a la ciudad de León. Eso fue un primer planteamiento, ahora se habla de agua para el estado de Guanajuato. Así fue como surgió el proyecto de El Zapotillo: aproximadamente el 1 de diciembre de 2005 cuando se firmó un acuerdo entre el presidente Calderón, el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña y el gobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks. En el que se ajustaban los volúmenes de aguas del Río Lerma y la construcción de una presa en El Zapotillo para hacerla llegar a Guadalajara, Los Altos de Jalisco y el estado de Guanajuato.
El proyecto enfrentó protestas sociales por parte de los habitantes de los poblados afectados y una serie de problemas que provocaron que se detuviera. Con la llegada del presidente López Obrador, el proyecto terminó por dar un giro. Se comprometió con ellos a no inundar los pueblos y continuar con la construcción de la presa con las adecuaciones necesarias. Eso trajo como consecuencia que Guanajuato se quedara sin proyecto para conseguir agua.
Por esa razón, se dio la necesidad de buscar un plan alternativo para proveer de agua al estado en los próximos años. En esta ocasión fueron participes los municipios más afectados por la necesidad del agua: León, Silao, Irapuato, Celaya y Salamanca, a pesar de que Silao y Salamanca son gobernados por Morena y el resto por el PAN. No se conocen los detalles del proyecto para evitar la especulación.
LAS EXPECTATIVAS
El proyecto cualquiera que sea, está seriamente condicionado por la cuestión política. A pesar de que se hayan integrado panistas y morenistas, desconocemos el contexto político que se podría dar en el corto plazo que lo pudiera frenar o facilitar.
El presidente, aunque se mostró receptivo, sabemos que muchas veces pone por delante el aspecto político y en los próximos días el intercambio de señalamientos se intensificará por temas nacionales como la Revocación de Mandato o la Reforma Energética. Además, el tema de los recursos también será factor, considerando que sus prioridades están en otro lado.
Por su parte, el gobernador ha señalado que su papel no es el de golpear políticamente al presidente sino de buscar la cooperación para el beneficio de los guanajuatenses, pero también es verdad, que la cercanía y la relación con el presidente es prácticamente nula.
Es probable que el tiempo no esté a favor de proyecto considerando que al sexenio le restan cerca poco menos de 3 años intensos de política. Tal vez, se haya ganado tiempo para plantear una solución a un problema serio para Guanajuato.
Esperemos que nos sorprendan como políticos que hacen que sean posibles las cosas y no solamente aprueben el proyecto, sino que lo comiencen a realizar.