¡Abre los ojos!

Katya Morales Prado
Katya Morales Prado

Cada quien puede decidir creer la mentira que mas le acomode, pero la verdad es que en nuestro país el reino de la mentira es lo habitual y estamos tan acostumbrados a ella que incluso tenemos mecanismos para digerirla, como son las bromas y los memes, pero no por eso la combatimos. ¡Le creemos al gobierno, aunque sepamos que nos miente!

Cuando Carmen Aristegui  descubrió la casa blanca de La Gaviota (Angélica  Rivera entonces esposa presidente de la República Enrique Peña Nieto), se nos dijo que era el fruto de arduos años de trabajo como actriz en televisa, recuerdo aquel video en el que salió indignadísima al borde del llanto, como en cualquier capitulo de novela, alegando su inocencia, la cual sería respaldada tiempo después por Virgilio Andrade desde la Secretaría de la Función Pública.

Cuando Carlos Loret sacó a la luz las casas y las empresas de Manuel Barlett (Director de la Comisión Federal de Electricidad), se nos dijo que no eran suyas sino de su concubina no concubina, y de su hijo que siendo un menor de edad había tenido la capacidad de comprarlas, y de igual forma la Secretaría de la Función Pública, ahora con  Irma Eréndira Sandoval,  poco tiempo después corroboró que no había nada fuera de la ley.

Salió después que la propia Irma Eréndira Sandoval -Secretaria de la Función Pública- y su marido, Jhon Ackerman tenían también una buena cantidad de casas que, con sus sueldos de académicos durante los años anteriores, no podían justificar y se nos dijo que habían sido muy afortunados por recibirlas de donaciones y herencias.

Ahora Latinus y Mexicanos contra la corrupción nos enseñan la casa donde vivió Ramón López Beltrán, el hijo del Presidente en turno Andrés Manuel López Obrador,  la cual era propiedad de un alto mando de una compañía petrolera con contratos el gobierno, incluso las fechas de los contratos y del préstamo de la casa son muy cercanas, después  se fue a vivir a otra mansioncita también en Houston, con un nivel de vida de millonario, en esta ocasión se nos dice que  no hay contratos ni recomendaciones y “al parecer la señora (nuera) tiene dinero”

Y pues ya, todos quedaron exonerados, limpios de toda culpa. Yo no sé si somos muy resignados a la mentiras, si incluso nos guste que nos mientan, pero mientras validemos con nuestro silencio enmascarado en chistes toda esta bonanza inmobiliaria de los políticos mexicanos y sus familiares cercanos, mientras callemos sin exigir una responsabilidad política de sus actos, entonces somos cómplices del engaño.

Cada quien puede creer la mentira de su político favorito, hay de todo para escoger, y puede auto engañarse con ella todo lo que quiera, lo malo es que mientras cerramos los ojos y nos aferramos a ideales partidistas, nos robaron ayer y nos siguen robando hoy, todas las explicaciones que han dado son una burla y solo las puede creer quien está decidido a no ver.

¡Abre los ojos ya y exige explicaciones!

Mtra. Katya Morales Prado
Abogada egresada de la Universidad Iberoamericana León. Maestra en Derecho Corporativo, por la Universidad Latinoamericana. Maestra en Derecho Constitucional y Amparo, por la Universidad Iberoamericana León, con un Máster en Políticas Anticorrupción Iberoamericanas por la Universidad de Salamanca, España, cursando actualmente Doctorado en Derecho.