Por qué tendrías que ver Jurassic World, el reino caído

Universal Pictures liberó el teasser de Jurassic World: Fallen Kingdom

AGENCIAS.- “La vida no se puede contener, la vida busca liberarse, la vida se abre camino”. Esta es una de las frases lapidarias que el matemático Ian Malcom suelta en Jurassic World: El reino caído.

Con ella, el personaje interpretado por Jeff Golblum retoma el mensaje que ya lanzó en la primera cinta de la saga, de la que hoy se cumplen 25 años de su estreno en Estados Unidos.

La intención de Malcolm es hacer reflexionar a los políticos sobre la conveniencia (o no) de salvar a los dinosaurios, unos seres extintos y recreados (regenerados, revividos) por el ser humano. Esa frase puede aplicarse también como resumen de esta nueva entrega.

En JW2, dirigida por el español Juan Antonio Bayona (El orfanato, Lo imposible) la acción no se contiene, los dinosaurios buscan liberarse y la diversión encuentra su camino. Si aún no la has visto, te damos unas cuantas razones para que vayas a ver la entrega más auténtica de la saga desde la original Jurassic Park.

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1. No hemos reparado en gastos ni en escenas de acción trepidante

Todas las cintas de la saga (excepto Jurassic World) comienzan con una escena que corta el aliento: fallos de seguridad con bajas entre el personal del parque, niños con demasiada curiosidad… Los momentos de tensión de la nueva entrega te cortarán hasta la digestión. ¡Boom! Nada más empezar, tras varios minutos agarrado a la butaca, sufriendo por la vida de los pobres curritos a los que les toca pringar, pensarás: ¿Pero aún puede haber más escenas de acción? Lluvia, helicópteros y dinosaurios son una gran combinación.

2. Jurassic Park está cerrado, viva Jurassic Park

No hace falta ser muy fan para encontrar las (múltiples, necesarias y brillantes) referencias a otras películas de la saga, especialmente a la primera: situaciones, pupilas gigantescas que se contraen con la luz de las linternas, vehículos volcados del primer parque o el bastón con la piedra de ámbar… También frases que te sacarán una sonrisa, aunque un dinosaurio esté a punto de comerse a una niña. Los que vibraron con la primera tienen muchas posibilidades de volver a sentir algo parecido. Más si son entusiastas de Steven Spielberg, productor de esta entrega, plagada de referencias al creador: TiburónHook o Indiana Jones. Bayona también coloca en la película muchos de los elementos que caracterizan su obra: niños con serios problemas familiares, mansiones lúgubres y Geraldine Chaplin. ¿La veremos enfrentarse a los bichos?

3. Más (dinosaurios) es más

Jurassic World 2 es la peli con más extras prehistóricos. Y se agradece. Los dinosse convierten en actores con personalidad propia que no se limitan a aplastar ni a zamparse al reparto mamífero. Bayona lo ha dispuesto todo para que sientas compasión y ternura, incluso cuando los humanos están a punto de recibir un cabezazo o una dentellada. Ahora se convierten en aliados que ayudan a Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) a luchar contra los verdaderos malos: los millonarios que quieren explotar a los saurios con fines bélicos y de ocio y sus engendros (resultado de diversas mezclas genéticas) como el Indominous Rex de la anterior película. También aparecen especies que aún no se habían visto en la saga, algunas de ellas como el Baryonix, el Allosaurus o el Carnotaurus, tres carnívoros, menos aterradores que el T-Rex o el Spinosaurus (de JP3) pero muy hambrientos (y asustados).

4. Indi y el orfanato

La primera parte de JW2 ofrece todo lo que se espera de ella: múltiples desperfectos en las instalaciones, huidas a la desesperada, dinosaurios medio drogados y asustados, engañifas para sacar a las bestias de la isla… Todo aderezado con un volcán en erupción. Chris Pratt se gradúa con nota en slapstick, a lo Jim Carrey, y en primero de Indiana Jones. La segunda parte se vuelve más claustrofóbica, oscura, e incluso gótica (más Bayona). Con una mansión llena de recovecos, un ser híbrido invulnerable y acechante…

5. Se va a liar parda

Esta peli es una bisagra: conecta lo conocido (el parque original, el de Hammond, el de la primera) con un mundo salvaje y desconocido que tiene todas las papeletas para desarrollarse en la tercera. Las alimañas del pasado se encontrarán con las del presente. Y cambiaremos de escenario. Nunca el final de una película de la saga había sido tan excitante y sobrecogedor. Lo que viene va a ser bueno, aunque, por desgracia, no lo dirija Bayona, como se ha anunciado. Y no tendrá nada que ver con lo que hemos visto hasta ahora.